martes, 6 de septiembre de 2011

Erase un hombre pegado a la enfermedad

¿Recordais a Quevedo? y una obra que empezaba así:
erase un hombre a una nariz pegado...la enfermedad convive
con nosotros a diario, mala compañía desde luego, pero no
la única, por ello debemos poner en práctica todos aquellos
sermones con los que bombardeamos a los niños desde
pequeños, para que no vayan con malas compañias y no
arruinen su vida y su futuro.
Uno puede estar enfermo, pero uno no es la enfermedad
puedes tener una cardiopatia, veras mermadas una serie de
actividades y hábitos, pero el modo de enfocar la vida puede,
no sólo ser beneficioso para tu corazón sino para ti mismo.
Tienes cancer, ¡ HORROR ! cuanta gente toma conciencia
de cosas que antes no veia, aunque siempre estuvieron
ahí, cambia el valor de las cosas, los afectos y lo que
realmente importa.
Un paralitico, (de todas esta es la más terrible) y no necesito
dar explicaciones, pero estas personas despiertan en todos
nosotros el ansia de socorrer, son la presencia viva y
materializada de la PACIENCIA y la RESIGNACIÓN.
No estas a la última si no tienes una DEPRE, entra sigilosamente
se acomoda, no se ve, corroe, te doblega pues no sólo domina
tu mente sino que afecta a todo tu organismo de forma totalmen-
te invisible para los que te rodean, hagamosla VISIBLE para poder
combatirla.ÁNIMO CHICOS/AS NOSOTROS PODEMOS
                                            CONTINUARÁ